La densidad o peso de un volumen dado de líquido se determina mediante el uso de una balanza de lodos. La balanza está construida de modo que la taza de volumen fijo en un extremo de la barra está equilibrada por un contrapeso fijo en el extremo opuesto, con una pesa deslizante libre de moverse a lo largo de la escala graduada. Un nivel de burbuja montado sobre la barra indica cuando el sistema está en equilibrio.